La deriva cardíaca es un fenómeno común en el ciclismo que se produce cuando el ritmo cardíaco aumenta de manera constante durante un esfuerzo prolongado, incluso cuando se mantiene una misma potencia. Este fenómeno puede afectar el rendimiento del ciclista y, por lo tanto, es importante entender sus causas y cómo gestionarlo.
Seguro que alguna te has fijado en como a las misma potencia el pulso sube a lo largo del entrenamiento. Ocurre porque el cuerpo está tratando de mantener el flujo sanguíneo a los músculos activos mientras también lucha contra el calor generado durante el esfuerzo físico. A medida que aumenta la temperatura corporal, el corazón tiene que trabajar más para mantener el flujo sanguíneo y proporcionar oxígeno y nutrientes a los músculos. Como resultado, la frecuencia cardíaca aumenta y puede seguir haciéndolo incluso cuando se mantiene una intensidad constante.

En la imagen de abajo de puede ver la deriva en un intervalo de un entrenamiento.
Además del calor generado por el esfuerzo físico, la deshidratación también puede contribuir a la deriva cardíaca. Cuando el cuerpo pierde agua y electrolitos, el volumen sanguíneo disminuye, lo que hace que el corazón tenga que trabajar más duro para mantener el flujo sanguíneo y la presión arterial. También se produce deriva cuando la temperatura exterior sube mucho, los primeros días que hace calor (o que pasamos de frio al calor en pocos días) también el pulso esta mas alto de lo normal.
La deriva cardíaca puede ser perjudicial para el rendimiento del ciclista porque, a medida que la frecuencia cardíaca aumenta, también lo hace el esfuerzo percibido. En otras palabras, aunque la intensidad del esfuerzo se mantenga constante, el ciclista puede sentir que está trabajando más duro y puede experimentar fatiga prematura.
Para gestionar la deriva cardíaca, es importante tomar medidas para reducir la temperatura corporal y prevenir la deshidratación. Esto incluye beber suficiente agua antes, durante y después del ejercicio, y usar ropa ligera y transpirable para permitir la evaporación del sudor y la liberación del calor corporal.
El trabajo de adaptación cardiovascular a el entrenamiento es muy importante, trabajando desde la base para que el pulso se mantenga estable a potencias cada vez mas altas.

En resumen, la deriva cardíaca es un fenómeno común en el ciclismo que puede afectar el rendimiento del ciclista a largo plazo. Sin embargo, con la gestión adecuada del calor corporal y la hidratación, así como el uso de un monitor de frecuencia cardíaca, es posible minimizar su impacto y mejorar el rendimiento en general. Los ciclistas deben estar conscientes de este fenómeno y tomar medidas para gestionarlo de manera efectiva, para asegurarse de que puedan mantener una frecuencia cardíaca constante y maximizar su rendimiento en el ciclismo.
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