El ácido láctico, ese compuesto que durante años ha sido vilipendiado como el culpable de la fatiga muscular y las agujetas, ha experimentado una merecida redención en el mundo del ciclismo. Es hora de desmitificar este compuesto y descubrir su verdadero papel en nuestro rendimiento sobre las dos ruedas.
¿Qué es el ácido láctico?
El ácido láctico es un subproducto natural del metabolismo de la glucosa en los músculos, un proceso que nuestras células musculares utilizan para obtener energía de forma rápida cuando el "oxígeno escasea". Durante el ejercicio intenso, como una subida exigente o un sprint explosivo, las células musculares recurren a este proceso para satisfacer la alta demanda energética.
¿Cuándo se produce el ácido láctico por la glucólisis?
La glucólisis es la ruta metabólica responsable de la conversión de glucosa en energía en forma de ATP. Durante este proceso, se produce ácido láctico como subproducto. La cantidad de ácido láctico generada depende de la intensidad del ejercicio y de la capacidad del organismo para procesarlo y eliminarlo.
¿Cómo se mide el ácido láctico?
La concentración de ácido láctico en sangre se puede medir mediante un test de lactato. Los resultados se expresan en milimoles por litro (mmol/L). Este test consiste en extraer una pequeña muestra de sangre durante o después del ejercicio, en el test se mide la potencia que se genera a 2 y 4 nmol/L.

¿Por qué se le consideraba el "malo de la película"?
Durante mucho tiempo, se ha asociado el ácido láctico con la fatiga muscular y las agujetas. Se pensaba que su acumulación en los músculos era la responsable de la sensación de ardor y quemazón que experimentamos durante el ejercicio intenso, y que era la causa de las molestias musculares que aparecen horas después.
¿Entonces, el ácido láctico es malo?
¡No tan rápido! En los últimos años, las investigaciones han demostrado que el ácido láctico no es el villano que se creía. De hecho, se ha descubierto que puede ser una importante fuente de energía para los músculos.
¿Cómo funciona el ácido láctico como fuente de energía?
Cuando el ácido láctico se produce en los músculos, una parte se transporta al hígado, donde se convierte de nuevo en glucosa, la principal fuente de energía para nuestras células. Esta glucosa puede ser utilizada por los músculos para seguir trabajando durante el ejercicio intenso.
¿Qué significa esto para los ciclistas?
Que entrenar para mejorar la tolerancia al ácido láctico puede ser una estrategia beneficiosa para los ciclistas. Esto implica realizar entrenamientos de alta intensidad de forma controlada, lo que ayuda al cuerpo a adaptarse a la producción y eliminación del ácido láctico de manera más eficiente.
En resumen:
- El ácido láctico es un subproducto natural del metabolismo anaeróbico.
- No es el responsable de la fatiga muscular ni de las agujetas.
- Puede ser una importante fuente de energía para los músculos.
- Entrenar para mejorar la tolerancia al ácido láctico puede ser beneficioso para los ciclistas.
¡A pedalear con energía!
Recuerda: El ácido láctico no es un enemigo, sino un aliado en nuestro rendimiento ciclista. Entrenar de forma inteligente nos ayudará a aprovechar al máximo sus beneficios y a alcanzar nuestras metas deportivas.
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